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20 de mayo, día del fallecimiento de la industria azucarera cubana

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20 de mayo, día del fallecimiento de la industria azucarera cubana

Junio 17, 2022 - 09:25
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De ahora en adelante, esa fecha significará el nacimiento de la Repúbica y la muerte del azúcar en Cuba.

El pasado 20 de mayo concluyó oficialmente la cosecha azucarera 2021-2022. A juzgar por los datos brindados, la industria azucarera de Cuba falleció. Por tanto, de ahora en lo adelante, esta fecha, además del día del nacimiento de la República, será el de la muerte del azúcar: día de fiesta y de luto.

Por el estado crítico de salud que venía manifestando el azúcar cubano, aunque la noticia de su deceso no fue sorpresa, encierra serias implicaciones, por aquella frase atribuida al hacendado pinareño José Manuel Casanova, tan famosa y popular como real: "Sin azúcar no hay país".  

La escueta nota necrológica explica que: de 35 centrales que molieron 32 incumplieron sus planes; se molió el 66% de la caña planificada; de un plan de 911.000 toneladas de azúcar, solo se produjeron 460.000 (el 52%), apenas la mitad de la producida en la cosecha del año precedente cuando se hicieron alrededor de 800.000 toneladas.

El desenlace era eminente. En enero de 2016, el entonces segundo secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), José Ramón Machado Ventura, dijo: "la zafra está muy mal es la realidad, la zafra tiene problemas…" Y cinco años después, en diciembre de 2021, ante el agravamiento de los síntomas, el III Pleno del Comité Central del PCC aprobó una propuesta del general Raúl Castro para salvar el azúcar.

El equipo médico a cargo del paciente, especializado en ideología, atribuyó la insuficiencia a las afectaciones climáticas, atraso en las reparaciones, interrupciones industriales, a la falta de neumáticos, piezas de repuesto, combustible, fertilizantes, herbicidas y a indisciplinas laborales.

Lo que los especialistas en almíbar no fueron capaces de determinar fue la existencia de un factor no mencionado, causante de los demás síntomas, que determinó el fallecimiento por un paro multiorgánico: la falta de libertades inherente al sistema totalitario.

Dionis Pérez Pérez, director de Informática y Comunicaciones de la empresa AZCUBA declaró que "la cantidad de azúcar producida es suficiente para garantizar la canasta familiar".

Cuba consume unas 600.000 toneladas de azúcar anualmente y tiene comprometidas otras 400.000  con la República Popular China. Por tanto, cuando la producción anual queda por debajo del millón de toneladas, Cuba tiene que comprar el déficit en el exterior; algo que ha ocurrido en años anteriores, pero que ahora la insolvencia financiera no lo permite. Este miércoles AZCUBA reconoció que no podría cumplir las exportaciones de azúcar a China. 

Algunos datos esclarecedores

En 1758 la producción de Cuba era superada por seis de las pequeñas Antillas hasta que dos acontecimientos convirtieron a Cuba, primero en el tercer productor mundial y después en el mayor complejo azucarero del mundo: la toma de la Habana por los ingleses en 1763, que introdujo la libertad de comercio; y la Revolución de Haití en 1792, que provocó una extraordinaria alza de los precios debido al vacío que generó al caer la producción haitiana.

En 1861, Cuba con 1.396.550 habitantes produjo 533.800 toneladas de azúcar (0,38 toneladas por habitante); una cantidad mayor a la producida en el presente año. Y en 1892, con aproximadamente 1.687.000 habitantes se alcanzó el millón de toneladas (0,59 toneladas por habitante).

A pesar de la ruina que provocó la guerra de independencia de 1895 en la economía cubana, ya en 1913 la producción se había elevado hasta 2,5 millones; en 1919 llegó a los cuatro millones; en 1925 a 5,3 millones; y en 1952, con una población de 5.829.000 habitantes, sobrepasó los 7,2 millones (1,23 toneladas por habitante).

Después del fracasado intento de producir diez millones de toneladas en 1970, que paralizó el resto de la economía en el país, la producción descendió de forma sostenida de 8,2 millones de toneladas en 1989 a 1,1 millón de toneladas en 2010; a 800.000 en 2021, para caer definitivamente en la presente zafra 2022 en 460.000 toneladas (0,04 toneladas por habitante), una cifra menor a la alcanzada en 1861 (533.800 toneladas).

Las causas del fallecimiento

La salud que caracterizó la producción de azúcar en Cuba desde su conversión en la primera productora y exportadora mundial hasta 1958, indica que la enfermedad fue adquirida posterior a esa fecha. Un dato que nos remite a la implantación del monopolio estatal de la propiedad industrial y agrícola, y por consiguiente a la pérdida del interés de los productores por los resultados económicos; momento a partir del cual debutaron los padecimientos del azúcar cubano que condujeron a su defunción.

En 2002, de 156 centrales en activo, en busca de una "mayor eficiencia" se cerraron 71. Dos años después se cerraron otros 29, de manera que sobrevivieron 56; mientras las tierras cañeras que abastecían esas industrias se redistribuyeron para otros cultivos.

En julio de 2021, el presidente Miguel Díaz-Canel planteó enfáticamente que "era imprescindible cambiar la manera en que se ha hecho la zafra hasta el momento e incorporarle otra forma de pensamiento", y en febrero de 2022 pidió a los cuadros del PCC que "ubiquen, discutan y combatan" los problemas de disciplina que se han desarrollado en la presente zafra azucarera, que desde su inicio en diciembre de 2021 ha mostrado muy bajos rendimientos".

Resumiendo, las indicaciones de los médicos del azúcar han sido: cambios de dirigentes, reestructuraciones, cierre de 100 centrales, sustitución del Ministerio del Azúcar por el grupo azucarero AZCUBA, decenas y decenas de medidas, llamamientos ideológicos y consignas, "vinculación con la ciencia" y medidas disciplinarias, no pudieron salvar al enfermo.

La gravedad del fallecimiento radica en que no existe otra producción con capacidad de ocupar el lugar del cadáver, pues todas marchan por el mismo camino que transitó el azúcar. La producción de níquel y cobalto, "debido a problemas operativos y a la variabilidad del contenido mineral" ha disminuido; la producción de carne de cerdo se ha reducido a más del 50%; la carne bovina en un 13,5%; la producción de viandas y hortalizas, de arroz y de otros alimentos también se ha reducido.

Mientras esto ocurre, los documentos aprobados por el PCC, la Constitución vigente y los dirigentes del más alto nivel, insisten en que la empresa estatal y el sistema de planificación socialista seguirán siendo la forma principal para la dirección de la economía nacional. Es decir, la verdadera causa de la enfermedad no será tratada.

El hecho de que el azúcar fue la locomotora de la economía cubana desde la Colonia hasta 1958 y ese papel no ha sido suplido por ninguna otra producción, nos conduce nuevamente a la frase atribuida a Casanova: sin azúcar no hay país. ¿Y entonces?